viernes, 26 de septiembre de 2008

Museo Conventillo


Marjan Grum

La obra de Hefesto, el metalurgista que comparte la sociedad de los olímpicos y su descendencia de los Dactilos y Telquines son los misteriosos antepasados de Grum. Lemnos, Rodas, y Chipre cuentan con estos singulares personajes. Dedos laboriosos de la mano derecha, dedos de la mano izquierda, mágicos y maliciosos maestros, todos, en el arte de trabajar el metal. Este personaje monosilabico, Grum, sale como un Dios de las fraguas de Hefesto con sus bellas barbas y su sonrisa hermosa de niño. Tiene la gracia , la ingenuidad de buen artesano que conduce al artista creador. Marjan Grum transformo un caserón de madera, que podía haber sido un conventillo, en un espacio de labor y de arte. Rodeado de las copas de los arboles, luces y sombras alternan creando una deliciosa intimidad... y desde ese taller constantemente dinámico surgen sus estatuas metálicas: la serie de sus Quijotes, la serie de los oficios y profesiones, de los gauchos, los seres trashumantes, el organillero, los músicos ambulantes y aquellas que profesan el oficio mas antiguo del mundo. Verlo cortar sus metales con sus sierras, grabarlos como si fueran livianos y maleables, es un placer sin igual. Pero tampoco descuida su tarea de pintor. No hay lugar de la casa que no pueda recorrerse con sorpresa y permanente admiración, poblado de presencias y de seres. Ultimamente Grum ha dedicado dos habitaciones a unas terroríficas instalaciones que recuerdan los años de la guerra de su país natal. A pesar de las desdichas que ha pasado, Gum es un hombre permanentemente ocupado en el disfrute de su arte. Las manos de Grum como aquellas de Stefan Erzia siguen inventando en medio de la humildad, la gracia y el encanto de su vida entre unos pocos y fieles amigos. Grum no tiene ambición de destacarse, su bondad lo preserva de la estupidez y frivolidad que deslumbran a cierta clase de argentinos. Su retiro y su honor es la labor diaria creadora en la que participamos como creadores. Hector Ciocchini

Museo Conventillo

El gran sueño cumplido de Marjan, es un pintoresco espacio para la libertad del arte denominado Proyecto "Museo Conventillo". En el barrio de La Boca con su esposa Beatriz compraron una casa de madera y chapa construida en 1880, la cual estaba muy degradada y condenada a la demolición, recuperandola completamante con titánico esfuerzo. En el taller de escultura ubicado en la parte inferior del cuerpo posterior, como es el estilo de estos viejos edificios elevados, Marjan desarrolla su obra junto a su hijo Maximiliano. En el estudio del primer piso Beatriz desarrolla su pasión por la pintura. El cuerpo delantero, compuesto por dos pisos a la calle, fue totalmente remodelado, puesto en su valor original, transformándolo en Centro Cultural. Se pueden apreciar trabajos en oleo, acrílico, esculturas, calidoscopios eléctricos e instalaciones. Encontramos gran intensidad y dramatismo, alternado con la alegría de los colores, las flores y el humor expresado en algunos trabajos. El Museo Conventillo fue nombrado de interés cultural en el 2003 por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, y de Interes Turistico por la Subsecretaria de Turismo de la ciudad. Una gran actividad acompaña al matrimonio Grum entre sus trabajos, las visitas guiadas de las escuelas primarias y secundarias, los turistas fascinados por colorido, como el fileteado de la fachada e interior. Muestras de otros artistas se plasman en el recinto, obras de teatro cursos y talleres. En el popular barrio de La Boca convergen artistas plásticos, tango, teatro, murgas, escritores marineros, en una bohemia donde se mezclan las charlas de filosofía, arte , diversión, bromas y amistad. Este pintoresco puerto del Riachuelo es el lugar elegido por el migrante Marjan para asentarse y desarrollar su arte y amor a la vida.

Los Artistas y sus Obras

Marjan Grum


Marjan Grum



Marjan Grum




Marjan Grum





Marjan Grum






Marjan Grum







Marjan Grum








Marjan Grum









Marjan Grum










Marjan Grum











Marjan Grum












Beatiz Corvalan













Beatiz Corvalan














Beatiz Corvalan